lunes, 15 de diciembre de 2008

Fútbol y coches quemados

Son las diez y diez de la mañana. No es un buen día. Hace frío en la calle y dentro de las aulas. Los niños están cansados y el recreo apunta a una algarabía general en pocos minutos. Un rato de charla. Es lo mejor.

-A ver, Dominique, ¿qué has hecho el fin de semana?

-A ver maestro (gesto de concentración, como si destapara con sacacorchos los recuerdos ocultos en su memoria), el viernes por la tarde he ido a entrenar a las nueve y el sábado me he levantado y he ido a ver el partido de Youssef contra Aguadulce. Han ganado 2-3, pero el partido fue muy duro. Un montón. (Sopla, girando la cabeza hacia un lado).

Por la tarde hemos ido a las pistas del Sampedro y a las seis hemos ido al campo a ver el partido de los niños pequeños y han ganado quince a cero a la urbanización de Las Marinas. ¡Vaya paliza! Es que los de Las Marinas no son mu buenos y no saben defender (Sonríe). Hasta Dani, el “Pisquita”, metió un gol, ¡con lo malo que es! (Aquí se carcajea divertido).

El domingo por la mañana hemos ido a la iglesia (se pone serio) y después por la tarde he ido a mi partido en Las Norias. Y el partido ha sido muy duro. (Se pone más serio). Había mucha gente en ese partido y hemos ganado 1-2, pero el partido era duro porque nosotros íbamos ganando dos a cero en la primera parte, y luego en la segunda nos han marcado y nos hemos puesto nerviosos, y la gente chillaba un montón al árbitro, y hacían muchas faltas, y el partido era horroroso. Pero ganamos (gesto de satisfacción).

Cuando ha terminado el partido, que ha terminado a las cinco y cuarenta y siete, hemos ido a casa todos después. He salido de marcha y hemos ido a las Kentias y después de… sobre las diez menos quince… más o menos, nos hemos ido a la calle Solera y hemos visto fuego y los senegaleses tirando piedras. Y nosotros hemos preguntado qué es lo que había pasado y nos han dicho que habían matado a un hombre de Mali. (Ahora se pone mucho más serio, medita más las palabras).

Y entonces nosotros hemos ido a las tiendas que tenían los cristales rotos. Pero no hemos cogido nada, ¿eh? Había unos coches quemándose y otro había explotado. Y había gente llorando y otros discutiendo. Y nos hemos muerto de miedo. La gente corría de un lado a otro gritando. Unos hablaban en senegalés, otros en español, algunos en marroquí. Había mucha gente enfadada. Parecía peligroso estar allí porque unos pocos estaban todavía tirando piedras y te podían dar. Y en las ventanas había algunas personas mirando el jaleo. ¡Qué miedo, maestro!

El lunes por la mañana hemos ido a ver lo que ha quedado. Mucha policía en cada sitio y un montón de furgonetas verdes, de esas de la Guardia civil. Nosotros viendo las radios de comunicaciones y las cámaras de la televisión. En muchos sitios estaban preguntando lo que había pasado. Después hemos ido al campo de fútbol a jugar un partido de convivencia entre nosotros. Y ha estado bien.
¡Adiós! (Ha tocado el timbre)

LA Mojonera, 9 de diciembre de 2008

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